El Chaltén- El Calafate. Diciembre 2022.
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No se si tendré la capacidad de sintetizar tantas anécdotas y emociones vividas en este viaje, que resultó ser más largo de lo planificado. Hace unos meses, cuando decidí ir a El Chaltén, lo invité a Tomás, mi hijo más chico. Le fui contando sobre el trekking, la indumentaria, los elementos y las reglas básicas de seguridad y otras cuestiones. Llegamos a El Chaltén el 24 a la tarde. Había reservado un hostel para esa noche. Él hizo un asado y tomamos un vino. Esa noche me enojé porque había perdido un cuchillo (el otro que le había dado se lo habían retenido en los controles del aeropuerto), y a las 22hs me fui a dormir. Pensé en las cosas de las que le había hablado, como la paciencia y la tolerancia para una sana convivencia y pensé en ponerlas en práctica yo también. El cuchillo apareció. El 25 temprano fuimos hasta el puente sobre el Río Eléctrico, para iniciar el camino hacia el campamento Poincenot. (1400$ el traslado en combi). Y empezamos a caminar entre bosques de len