Tafí del Valle. Tucumán. Junio de 2022.

Este no será un blog donde aflora la alegría y la felicidad por las experiencias vividas, donde me sorprendo y despierta la niña. Cuento sobre algunos caminos, no solo de Tucumán, sino hacia mis sentimientos y emociones. Dicen que caminar aclara los pensamientos, y este viaje a Tucumán -que había comprado hace casi un año- me venía al pelo. Elegí ir a Tafí del Valle, donde hay mucho para caminar. El primer día fui al cerro La Cruz, y un poco más allá. Vista de Tafí del Valle desde el cerro La Cruz. Camino hacia El Pelao. A esa altura, Muñoz, apacheta, Colalao, cañaveral, Amaichá, Negrito, vegas de altura (que todavía no sabía lo que era y descubriría al día siguiente), eran palabras, símbolos o imágenes que desataban lágrimas de tristeza. El sendero más largo que pensaba hacer era al albergue de La Ciénaga. Había preguntado en distintos grupos de trekking si alguien iba, y nadie respondió. No sé si fue inconciencia, o desafiar mis límites...