Hacía un tiempo que quería volver a Bariloche, en verano, pero no tan verano. En agosto me auto-regalé un viaje para un finde largo de noviembre.
Salí de trabajar y fui a Posadas, muuucho más temprano.. por si las moscas.. el colectivo... (otra historia ya contada..). Y entendí la importancia de presentarse en el aeropuerto al menos 60 minutos antes del vuelo.
En ese año de pandemia ya había hecho 3 viajes, cumpliendo con los protocolos, test y certificados que requería el ingreso a cada provincia. Una pinturita de organizada. Pero había desinstalado las aplicaciones y esta vez no completé ningún formulario porque "ya no piden nada", leía en los foros de viajes. Pues en Posadas pedían todo. Entre que bajaba las aplicaciones- y no me daba el tiempo a que recibiera la autorización del Certificado turismo para ingresar a Rio Negro- convencí al implacable hombre de Aerolíneas, que yo había comprado dos pasajes, y que él hiciera de cuenta que yo iba a BsAs, que allá me arreglaría para tener los requerimientos para el siguiente embarque. Y así fue. Llegué a Bs As a las 23hs.,miro el vuelo a Bariloche y me doy cuenta que habían cambiado la partida, ahora era de Ezeiza. Omm Omm. Remis hasta allí, y a esperar hasta las 5am. Llegué a Bariloche a las 7.30 y esperé un colectivo al centro, como para compensar la fortuna del remis a Ezeiza. Amapolas gigantes y rosas de varios colores en el jardín, me decían que si, que esa era la hostería "Las amapolas" que había reservado por la web.
Estaba fulminada. Pero no me iba a quedar a descansar. Recorrí un poco el centro, comí algo, habilité la recarga de la Sube, y me fui a tomar un cole para el lado de Puerto Pañuelo. En realidad quería ir Puerto López para ir al mirador del Brazo Tristeza, pero se demoraba mucho.
Centro Cívico.
Fui hasta el acceso a la aerosilla del Cerro Campanario, y subí- (900$ el ascenso en aerosilla).
Bajé caminando. En el bosque encontré un palo. Y entendí que no me había equivocado en la decisión de renunciar a una Vicedirección unos días atrás. Y sentí que tal vez, en alguna otra vida pasada, yo habría sido cazadora-recolectora. Era mi ambiente, y estaba feliz.
https://www.barilochetrekking.com/
En esta página web se muestran los distintos senderos por grado de dificultad, cada uno con una breve reseña y las formas de llegar. También se accede al Registro de Trekking Parque Nacional Nahuel Huapi. Algunos senderos son de registro obligatorio.
Una de las vistas desde el Cerro Campanario (1.049mts)

Las Merrell siguen vivas, y yo también, más de
30 hs sin dormir.
Era de tarde y yo no quería descansar. Seguí caminando la ciudad.
Ese día me contacté, a través de un grupo de whatsapp, con un muchacho para ir al refugio Frey al día siguiente. En realidad, pregunté en el grupo quién quería ir, porque dicen que no era recomendable ir sola, y él se ofreció.
Luego de hablar un rato sobre el recorrido, el tiempo, las cosas a llevar, quedamos en tomar el primer colectivo de la línea 55 creo, al día siguiente, en el centro. No sabía si el muchacho tenia 25 o 75 años.
Vistas de una ciudad vacía a las 7am. Un lujo.
Tomé un café en el único lugar que estaba abriendo a las 7,30hs. Y fui a esperar el cole, mientras nos mensajeábamos con el compañero de trekking. "Ahí viene el cole, yo subo" "Yo subo en la siguiente parada" Y subí y le mando otro mensaje "¿Quién sos?" jaja.. Un hombre de mi edad más o menos, apenas levanta la mano, y me fui hasta su asiento. Muy agradable y muy compañero.
Era callado, y generalmente caminaba unos cuantos metros adelante, pero de vez en cuando coincidíamos en los pasos y hablábamos de la vida, de los hijos, de los sueños y proyectos. Él me contó de sus travesías y me enseño muchas cosas, por ejemplo el uso de handy, la mejor forma de caminar en la montaña, y de dónde sacar agua segura. Yo le enseñé el uso de la vaselina sólida para evitar ampollas en los pies, y para que los cierres se abran con facilidad.
Una vez de ida y otra de vuelta nos detuvimos a hacer un pequeño camping, tomar unos mates y comer chocolates.
Sentí el olor del ozono, una experiencia que solo un local podría hacértelo saber- Y ahora la lluvia mojaba.
Llegar hasta el Refugio Frey -una caminata de 3 hs desde el estacionamiento del cerro Catedral.-fue un desafío que me había propuesto hace unos meses atrás. Fue un sueño cumplido, y el sol parece que lo sabía.
Nos cambiamos y almorzamos nuestras viandas en el interior del refugio, con dos chicas con las que nos habíamos cruzado varias veces en el camino. Terminamos hablando de las propiedades de la cúrcuma y otras yerbas. No es solo para mi, la preferida. Me encantó.
El Cerro Catedral con sus agujas, la nieve, la laguna.. la grandeza de Bariloche
Recorrido por la laguna Tonchek.. y más allá..
Un tiempo para jugar en la nieve.. qué placer!
El regreso lo hicimos por el sendero del valle Van Titter -Villa Coihues.. ahh.. llevó tiempo aprender todos esos nombre.. horas y horas de GoogleMaps y páginas de trekking!


Playa del lago Gutiérrez sin gente., otro privilegio..
Al día siguiente fui a la navegación por el lago Nahuel Huapi hasta Puerto Bless y Puerto Frías -gracias al Pre-viaje-.
Excursiones lacustres y terrestres:
https://www.turisur.com.ar/?c=inicio&lang=es
Ese Cruce Andino, es como el salar de Uyuni o las ballenas.. entre ceja y ceja.. Solo que ahora le agregaría Pampa Linda. Un mes y muchos dólares.
(Y si, está mal darle galletitas a las gaviotas, se les está subiendo el colesterol a las pobres)
Registrado en la memoria. Algún día...
Llueve más que en Misiones! Caminando por la selva valdiviana pude entender el concepto de selva fría. Desde Puerto Frías, a Puerto Bless, se podía regresar caminando, y lo hice.. Eramos pocos valientes! En el camino me encontré con un hombre que tenía 75 años y 2 by pass. Cada 20 pasos repetía lo mismo.. "Cómo me iba a perder ésto.. si hace un año pensé que me moría!" El hombre estaba feliz, y yo también, de caminar esos caminos y de coincidir en las emociones.
Al día siguiente, al cerro Tronador.
Más registros..
El Ventisquero Negro. Otra de las formaciones geológicas que entendí, una vez que vi.
Era noviembre y esa noche había nevado. A veces la vida tiene algo más para nosotros.

Conocí a una chica mexicana, otra compañera de viaje con la que congeniamos, jugamos con la nieve y disfrutamos una caminata a una cascada, entre barro y nieve, alucinante! Ahora éramos dos niñas de 50 - y tantitos ya-
Esta vez.. ¿Qué se necesita para ser feliz? Un palo con superpoderes, una montaña , nieve, y alguien con quien coincidir en la vida, aunque sea por unas horas, o unos días.
Por la tarde/noche, con mi compañera ocasional de viaje, recorrimos Bariloche comprando chocolates. Fuimos a cenar al lugar donde había estado sola la noche anterior, y la chica que nos atendía me reconoció (a veces cenar sola llama la atención parece). Charlamos largo y tendido, vinito de por medio.
Fue uno de los viajes más lindo, de esos que me llenan el alma y me abren la mente. Esos viajes en los que aprendo no solo sobre formaciones geológicas o formas de vida, aprendo de las personas.
Valió cada "nervio" antes del despegue, cuando casi no embarco,.. y el cansancio, ..y las horas sin dormir.
Recordé el viaje de egresados, cuando algunos compañeros lloraban el día que nos despedíamos de Bariloche, y yo los miraba sin entender.. "¿Qué le pasa a éste/a?? ". 30 años después, tal vez yo sentía lo mismo, porque se me caía alguna lágrima cuando el avión despegaba.
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