Salta y Jujuy. Julio de 2021.

 

Había descubierto que desde Iguazú salían vuelos directos a Salta. Y Salta y Jujuy tenían más lugares para descubrir. Uno era Iruya, y otro las termas de Jordán.

Díganme caprichosa o terca. Cuando tengo en mente  un lugar que quiero conocer, paso un tiempo masticando.. averiguando, mirando, recorriéndolo virtualmente.. hasta que puedo concretar el sueño de conocerlo. Será la liberación de dopamina?  Mi cerebro sigue registrando imágenes y almacenando datos,.. que deberán procesarse hasta que llegue el momento de que esas imágenes sean reales.

Lo prefiero al cigarrillo. Un largo  capítulo olvidable en mi vida. De unos 20 o 25 años? Cuánta impotencia  escuchar decir: "tenés que dejar de fumar, te hace mal", -y saberlo- y no tener la capacidad de dejar ese hábito dañino. Como con cualquier adicción, a una sustancia, a una pantalla, a un juego.., se necesita ayuda. Y yo la encontré en ese número telefónico que aparece en los paquetes de cigarrillo. No sé cuando fue, tal vez hace unos 5 o 6 años. Fue un desafío de día a día. 

Era invierno, vacaciones de julio, pero el tiempo en Iguazú era agradable. Habían reprogramado el vuelo, ahora sería con escala en BsAs... Omm ommm... En Salta también las temperaturas eran agradables. . Llegué a la noche, ordené mis cosas- había reservado una habitación en la casa de una señora- y fui a comer al Paseo Güemes. (en una esquina  hay un local gastronómico: Marcello cucina, recomendable).

Al día siguiente me desperté temprano, apronté el mate y decidí subir el cerro San Bernardo por las escaleras. El cerro está a 1400mts de altura y tiene un poco más de 200 mts de desnivel con respecto a la ciudad.




El Parque, a esas horas de la mañana, es muy lindo. Limpio. Con pájaros raros que cantan. 



Vista a la ciudad de Salta, en el Valle de Lerma.






El teleférico comienza a subir a las 10 am. Esperé a que comenzaran a funcionar,  pero luego decidí bajar caminado.






Para llegar al pueblo de San Francisco, en Valle grande, se atraviesa el Parque Nacional Calilegua, por una ruta terrada, con curvas pronunciadas en la región  de las yungas jujeñas. Admirables paisajes, se observan los distintos estratos vegetales, una vegetación tupida, con líquenes que cuelgan de los árboles y en algunas zonas le dan al paisaje un aspecto fantasmagórico. 

 
Registrando en mi cerebro.. Alto Calilegua, (aunque no sé si ese es el ingreso).. algún día..





 El monumento a la Pachamama en San Francisco representa las bondades de nuestra madre tierra. Por qué a veces somos tan dañinos con ella?       





Trekking a las termas de Jordán con personas de la provincia, y guiados por un muchacho de una comunidad local. Una experiencia única y recomendable.  Aguas templadas, de más o menos 30°C y con azufre, nos esperaban luego de 1 hora y media de caminata.




La laguna Azul en las termas de Jordán.




         


La vuelta sería un poco más complicada, en subida, pero se disfrutaba cada tramo. 2hs de trekking. Caminar en las yungas queda en mi memoria. Era invierno y yo andaba de mangas cortas. 



   


Al día siguiente a las 7am fui a Tilcara. Al mediodía, compré comida en el mercado -una explosión de colores y olores..-y almorcé en la plaza, con unos caninos y viendo esas montañas.. que placer!!


La altura me estaba "pegando" y no quería abusar de la coca. Ya tenía la experiencia de la taquicardia y el insomnio. Fui hasta el camino para ir al pucará. Me enteré que estaba cerrado por pandemia. Pasó un taxista y le pregunté cuánto me cobraba para ir hasta la garganta del diablo. Fui. 


                                                       Bellísimos paisajes. 





Vista de Tilcara bajando el camino de ripio, que también se puede hacer caminando si estás aclimatado.




           

Es una ciudad preciosa, colorida, alegre. En esos días no había tantas personas. Era la primer semana de vacaciones de julio para pocas provincias.
Pasaría una sola noche en un hostel.
A la mañana me levanté temprano para tomar el cole a Iruya. Ni tomar mate porque todos dormían. Apareció una chica, le pregunto dónde va, y me dice a Iruya. "¿Queres ir a San isidro?"- fue mi invitación.. "Dale" fue su respuesta. Y nos dirigimos a la terminal de Tilcara.
Durante meses habíamos organizado con 4 chicas de un grupo de trekking, un viaje a Iruya y de ahi a San Juan y a San Isidro. Llegada la fecha, nadie podía. Ahora encontraba alguien en el camino para hacer al menos, la mitad del trekking programado. Una mujer agradable y compañera, con la que compartí más que kilómetros de caminata. Una persona con la que sigo en contacto y con la que nos  debemos.. un Champaqui?? Di que sí otra vez J!






Esa tarde fuimos al mirador de la Cruz y al mirador de los cóndores. A este último no llegué a la cima. Había muchas piedras sueltas, se venía tormenta, y seguía apunada. Ella si, y dice que bajó corriendo cuando en el momento que sonaba un trueno, un cóndor le rozó la cabeza. Desde el lugar donde la esperaba, tenía esas vistas,




La iglesia, de noche. Es muy pintoresca, pero Iruya es mucho más que la foto en esa Iglesia.

Al día siguiente caminamos hacia San Isidro. Bellos paisajes que se van tiñendo de colores cuando el sol asoma.








 En el comedor de Teresa comí la tortilla más perfecta y sabrosa que haya probado ( y las de mi papá eran muy ricas..)


                   





El camino vehicular entre Iruya y San Isidro se realiza por el valle de un rio que hay que cruzar varias veces. En esta época no es necesario descalzarse porque el caudal del río es mínimo. Aunque la primera vez que nos topamos con el río, lo hicimos, hasta que entendimos por dónde había que cruzarlo





Puente y calles de Iruya, el pueblo que parece estar colgando de las montañas. Pueblo de gente sencilla y amable.



  

                        Un día más en Salta y regreso a casa. Bueno, no tan derecho.... Bs.As-Iguazú-casa.
Ahora que lo recuerdo, estaba tan cansada.. era la madrugada y no había colectivo a casa, así que llamé un remis para que me busque en Jardín. Viaje que alguna amiga ha hecho alguna vez para buscarme, pero esta vez, no era necesario que me levantara a las 6am para ir a trabajar, todavía estábamos de vacaciones..


En un posteo anterior, lo dije.. la capacidad de asombro, de goce y disfrute, está dentro nuestro.
En este caso fue una tortilla en el mirador de Iruya ( y muchas más). Caminar por calles empinada hasta quedarme sin aliento,  mientras una compañera ocasional de viaje detiene  su marcha y me espera. Una cartita de despedida y un desayuno, de la chica que me había alojado en su casa en Iruya. Fue perderme en el mercado entre especias y otras yerbas. Contemplar absorta que hay otros lugares en los que los árboles crecen más altos que acá, y que puede haber más líquenes en un árbol, de lo que vi en los libros. Experiencias. Eso que solo vivimos, si nos largamos al ruedo, como dice mi hermana.










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